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Duración: 1 día.

Salida: Fez. Recogida en alojamiento.

Idiomas del recorrido: Inglés, Español, Francés, Italiano.

Advertencia: Se requiere un mínimo de dos personas para realizar la reserva.

 

Marruecos es un país de contrastes en el que cohabitan la tradición y la modernidad, la cultura local, la cultura árabe, la cultura occidental y el exotismo de oriente, parte del país mira al futuro y en otra el presente se desarrolla como ha venido haciéndolo durante siglos.

Bhalil forma parte de ese Marruecos desconocido para el extranjero, un pequeño pueblo, a tan sólo 30 kilómetros de Fez en el que el tiempo quedó en suspenso. No está incluido dentro de los destinos habituales de turismo en el norte de Marruecos y quien lo hace, viene por el reclamo de las casas-cueva y se marcha premiado por una visión más auténtica de la cultura y modo de vida tradicional bereber y de la esencia de un Marruecos que parece condenado a desaparecer, pero que aún son evidentes en Bhalil.

El pueblo está situado en las estribaciones de la cordillera del Atlas, en lo alto de la cima de una colina, desde la cual la vista de cuanto lo rodea es realmente hermosa, en el horizonte se extiende la superficie de un valle verde bordeado por cimas de decenas de colinas pero, sin duda, lo mejor de Bhalil es su gente, la vida transcurre tranquila pero a un ritmo constante. Hay mucha vida de calle, niños jugando en los callejones con sus amigos, reuniones de mujeres en los callejones que conversan al tiempo que realizan botones de chilaba, artesanos tejiendo, comerciantes en labores de promoción de sus tiendas, aunque la mayor parte de los hombres trabajan en la agricultura o en la construcción. No reciben muchas visitas de extranjeros y por ese motivo, se complacen en conversar con los visitantes, no poniendo reparos a que se les hagan fotografías.

En el pueblo conviven las casas normales de suelo y las casas cueva, que en apariencia son iguales, pues los habitantes de las cuevas levantan el mismo tipo de fachadas sobre la entrada que en las casas más convencionales.  Hay más de quinientas y aunque la mayoría son actualmente recintos para alojar al ganado, aún se cuentan por decenas las casas en las que habitan familias. Las casas cuevas permiten mantener unas buenas condiciones climatológicas frente al clima extremo de esta zona, permite tener un hogar fresco en verano, pero también mantener el calor en invierno.

A apenas 5 kms. De Bhalil y a unos 38 kms de Fez aproximadamente, al pie del Monte Kandar en el Atlas Medio, se encuentra la pequeña ciudad de Sefrou, en una llanura fértil regada por el río Oued Agdal, un río estacional que divide la ciudad en dos mitades comunicadas entre sí por pequeños puentes, que permiten el paso peatonal pero, no de vehículos. El pueblo es famoso en todo Marruecos por su Festival de las Cerezas que se celebra en el mes de junio, fiesta declarada como patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, aunque además de esto, la zona es rica en manzanos, olivos y miel, es conocida por su industria textil, sus bordados y alfombras bereberes, por sus botones de seda

Sefrou es un pueblo con mucha historia a sus espaldas. Se fundó por la tribu bereber llamada Sefrioui, que le da el nombre, que vivía principalmente de la agricultura, que construyó en la zona una Kasbah para protegerse de las tribus nómadas.  Posteriormente, en el siglo VIII, MoulayIdriss I se instaló en Sefrou durante la construcción de la ciudad de Fez.

Sefrou albergó en su interior una de las comunidades judías más importantes de Marruecos, una muestra de lo cual es su Mellah, al otro lado del río que divide la medina, con sus casas con balconadas, a diferencia de las viviendas árabes que se repliegan hacia el interior, entre las cuales destaca el edificio de la sinagoga.

Sefrou ha sido un importante enclave comercial, parada obligada de las caravanas que llevaban mercancías a Fez.

En la ciudad destaca su medina amurallada, dividida por el cauce del río. Como es habitual en las medinas, en su interior callejuelas estrechas y tortuosas se intercalan entre casas blancas de arquitectura sencilla construidas sobre las rocas. Lo mejor es perderse entre ellas, disfrutar del ambiente, bullicioso por la intensa actividad comercial, en el camino nos encontraremos con la Gran Mezquita, edificada en el siglo XIV, el Hamann, el edificio del Fondouk, las numerosas Zauias, entre ella la de su patrón un santo del siglo XVII, SidiLahcen Ben Ahmed.

Los molinos y los lavaderos se encuentran en el exterior de la medina.

Al oeste de la ciudad los dos puntos de interés son la cueva El Kef-Mumen, donde según las historias antiguas, contadas de generación en generación, está enterrado el profeta Daniel y la Fuente Lalla Rekia, cuyas aguas tienen, dicen, el poder de sanar la locura.

 

La excursión INCLUYE:

–       Traslados de salida y llegada a su hotel/riad.

–       Transporte durante todo el recorrido en vehículo privado de alta gama con aire acondicionado y conductor guía acompañante de habla hispana.

 

La excursión NO incluye:

–        Comidas y bebidas.

–        Propinas de visitas.

–        Todo lo NO especificado en “el precio incluye”.

     Marrakchia Travel

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