La ciudad fue fundada por el jefe religioso Moulay Ali Ben Rachid en 1471 en el emplazamiento de una pequeña población bereber cercana a un campamento militar que estaba situado al sur de la ciudad actual.
Situada en un enclave de difícil acceso que dominaba la ruta mercantil entre Tetuán y Fez, servía como base para frenar la entrada en influencia de los portugueses de Ceuta, que en 1415 habían conquistado esta ciudad. Hay que entender que el marco en el que se origina esta ciudad era el de un contexto bélico. La población local se había organizado en un ejército que trataba de frenar la expansión europea en sus costas. La escasa visibilidad del emplazamiento desde el valle que se abre a sus pies, única vía de acceso, permitía una buena defensa militar y la cercanía de la principal fuente de agua en la zona aseguraba el abastecimiento de agua.
Chefchauen está situado en un valle a las faldas de dos montañas rematadas en pico, los montes Tisouka (2.050 metros) y Megou (1616 metros de altura), que se elevan sobre el pueblo como dos cuernos. ChefChaouen significa “mira los cuernos” en lengua bereber.
Durante los siglos XV Y XVII la ciudad prosperó y creció de manera considerable con la llegada de judíos y moriscos expulsados por los Reyes Católicos y sus sucesores. Muchos de ellos, eran andalusíes y llevaron consigo sus formas arquitectónicas, que muchos reconoceríamos como el típico pueblo blanco andaluz enclavado en una serranía. Aunque, también dice la tradición que Moulay Ali Ben Rachid, el fundador de la ciudad, la hizo parecerse al pueblo andaluz de Vejer de la Frontera por una promesa hecha a su esposa Lalla Zhara, una noble española convertida al islam, a la que juró que Chefchaouen se parecería a su ciudad natal.
El característico color azul que ahora tiene y que fue añadido más tarde, se cuenta fue una idea de los judíos sefardíes tratando de imitar el azul del cielo y también con la idea de diferenciarse del color del islam, que es el verde. También se dice que pudiera ser para repeler a los mosquitos, que se mantienen alejados porque el azul es el color del agua y a los mosquitos no les gusta el agua, pero, sea cual fuera el motivo del color tan característico, lo cierto es que hoy en día el color de sus calles es uno de los motivos por los que es famoso el pueblo. Los colores azul y blanco de las casas están más bien asociados a las localidades costeras y ChefChaouen es un pueblo de montaña a las faldas de la cordillera del Rif, pero Chaouen, es una ciudad con mucha personalidad.
La parte más antigua crece hacia lo alto de la montaña y, en el punto más alto se encuentran los manantiales de Ras al-Ma.
El centro neurálgico de la ciudad es la plaza de Uta al-Hammam, en la que se encuentra la Kasbah y una mezquita con una torre de base octogonal. La ciudad nueva se ha construido más abajo de la ciudad antigua.
ChefChaouen fue durante siglos una ciudad considerada sagrada. Estaba prohibida la entrada a los extranjeros, especialmente a los cristianos, hasta prácticamente el comienzo de la ocupación española en el año 1920. Fueron las tropas del ejército español las que abrieron Chaouen al tomar el control de toda la zona norte del actual Marruecos para instaurar el protectorado concedido por la Conferencia de Algeciras en 1906. Cuando los españoles llegaron, la ciudad tenía una importante población judía sefardí que hablaba judeoespañol.
Precisamente por estar la ciudad cerrada se ha mantenido con pocas alteraciones su trazado medieval. Los cambios en la fisonomía urbana y poblacional de ChefChaouen son, relativamente, muy recientes.
Chaouen fue una de las principales bases del ejército español, y en esta ciudad se produjo la ceremonia de traspaso de la soberanía de la región a Marruecos, arriándose la bandera española en 1956. Como en otras ciudades que pertenecieron a España gran parte de sus habitantes sabe hablar español.
La población principal es la de los Ghomaras, con otras nueve pequeñas tribus bereberes. Fue arabizada pero conserva, a pesar de ello, algunas particularidades bereberes.
En la actualidad Chauen es un importante centro de turismo, lo que ha atraído a inmigrantes de otras zonas de Marruecos, principalmente del sur.
CHEFCHAOUEN ESENCIAL
La medina de ChefChaouen es, como todas las medinas, una medina de calles estrechas que serpentean, en sentido ascendente, con casas encaladas en blanco y azul y pavimento solado de piedra por las que perderse sin rumbo, porque si hay algo que se puede asegurar es que encontraréis rincones mágicos muy fotogénicos que inmortalizar al aroma del pan recién horneado y las especias.
1.-LA PLAZA UTA EL HAMMAN.
Es la plaza de Chaouen, con mayúsculas. Su nombre significa Plaza de los Baños, que viene de su viejo hammam. Es el centro de reunión de locales y forasteros que, a la sombra de una enorme y vieja araucaria, charlan, cantan, tocan el tambor y venden artesanía y souvenirs varios. De un lado las mesitas donde van y vienen los tés a la menta y los tajines, del otro la antigua kasbah de paredes ocres y la Gran Mezquita, Yamma el Kebir.
2.-LA GRAN MEZQUITA, YAMMA EL KEBIR
Fue mandada construir a finales del s.XV, por el hijo del fundador de ChefChaouen. De su minarete parten las primeras llamadas a los fieles para acudir a rezar. Hay que destacar que en Chaouen los almuedines no ponen grabaciones en la llamada a la oración, sino que lo hacen “en vivo y en directo”, aunque siempre utilizando la megafonía. Primero suena en Yamma el Kebir y después en todas las demás.
3.-LA KASBAH
La construcción data de finales del siglo XV. Es una impresionante fortaleza amurallada por sólidos muros ocre. En la esquina se encuentra la Torre del Homenaje, uno de los mejores sitios de la ciudad desde la que tomar fotos.
La intención de su construcción era distinta a otras kasbah, no eran tan necesarias las labores de vigilancia, porque Chaouen está oculto por las montañas y cuenta con su propio abastecimiento de agua, más bien se erigió con una finalidad militar, como base de ataque frente a los portugueses en caso de asedio.
Durante la época del protectorado fue emplazamiento de zonas administrativas, actualmente es un espacio cultural, sede del museo de arte andalusí y etnográfico, que cuenta con una colección de arte popular, vestidos, alfombras, tapices, fotos de época, armas e instrumentos musicales, que retratan la historia y cultura de la ciudad y de la zona norte de Marruecos. Se pueden visitar las prisiones, subir a la torre almenada y los jardines.
4.-PLAZA MAKHZEN
La reconoceréis porque en ella se encuentra el Hotel Parador. Estamos ahora en el barrio de El Rif Andaluz.
Hay un callejón que sale al noroeste, que da a la puerta más oriental de la medina, la Bab el-Onsar, desde ella llegamos al río Oued el Kebir, desde donde podréis contemplar el manantial Ras el-Maa, que brota en forma de cascada, por lo que también se la conoce como Fuente Ras el-Maa. El agua que proviene de la ladera de la montaña, es fría y cristalina.
En el río existen aún varios molinos hidráulicos de harina en funcionamiento. Podréis, además, ver cómo las mujeres hacen la colada a su ribera. Es uno de los rincones más bonitos de ChefChaouen.
5.-EL ANTIGUO CARAVASAR O FONDOUK CHFICHU
Ocupado actualmente por pequeñas tiendas y artesanos. Es el más antiguo, y el único que sobrevive de todos los que hubo en la ciudad. Está casi a las puertas de Uta el Hammam (noroeste, viniendo por Rue Granada).
Los Fondouk son edificios construidos en torno a un patio central, para dar albergue y protección a los comerciantes de las rutas de las caravanas, a sus animales y a las mercancías que transportaban y a los viajeros. Estas casas tienen dos plantas, en la planta baja se daba alojamiento y comida a los animales de carga y monturas y se depositaban las mercancías y en el piso superior se acomodaba a los comerciantes y viajeros.
Esta institución nómada, cuya utilidad original se ha perdido en muchos países en los que era habitual, funciona en Chaouen todavía como antes. Abajo hay un pequeño bazar en la que los artesanos trabajan ajenos a quienes pasan dentro. En la planta de arriba hay habitaciones para los comerciantes que quieran descansar, al igual que en los últimos cinco siglos.
6.- LA MEZQUITA JEMAA BOUZAFAR
Si tenéis tiempo y la forma física os lo permite os recomendamos ver la puesta de sol desde el emplazamiento de la Mezquita.
Desde Ras el Maa, cruzando el río por el puente hay un sendero al sudeste -el recorrido es de unos veinte minutos-, encontraréis en lo alto de la colina las ruinas de la Mezquita Jemaa Bouzafar, también llamada Mezquita española por haber sido construida por los españoles tomando como referencia la Torre del Oro de Sevilla. Es un excelente mirador desde el que contemplar unas magníficas vistas de la ciudad y de las montañas que la rodean.
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