GUÍA DE FEZ

Fez es uno de los lugares que es imprescindible conocer de cualquier viaje a Marruecos.  Es la más antigua de las ciudades imperiales, capital histórica y cultural del país y también su capital espiritual y religiosa.

La ciudad fue fundada por Idris I, en el año 789, en la ribera del río Fez. La ciudad ha sido capital del país en varios periodos de su historia pero con la ocupación colonial francesa perdió definitivamente esa condición al trasladarse la capitalidad a la ciudad de Rabat, que siguió manteniendo dicho estatus tras la independencia.

 

 FEZ ESENCIAL

 

Lo más definitorio de lo que es la ciudad es el hecho de que el tiempo no parece haber pasado por ella. La vida se desarrolla en sus calles hoy en día tal y como ha venido transcurriendo desde hace siglos.

La ciudad se divide en tres zonas:

1.- Fez el Bali, dentro de las murallas, que es el Fez más antiguo. La Medina de Fez el-Bali es la mayor ciudad medieval que existe en el mundo y también el área peatonal de mayor tamaño.

2.- Fez El Jdid, que es la zona nueva. Dentro de la zona nueva está la Mellah.

3.- La Ville Nouvelle, la zona francesa.

 

LA MEDINA DE FEZ EL BALI O MEDINA VIEJA

La medina de Fez es la zona peatonal más grande del planeta, tiene más de 9000 callejones y más de 300 barrios. Es una medina fortificada, de trazado medieval, cuyos orígenes se remontan al siglo VIII.  Pasear por la medina de Fez es realizar un viaje a través del tiempo al pasado, por una ciudad que es un laberinto de calles repleto de preciosas mezquitas, madrazas y zocos clasificados por oficios, donde el bullicio está asegurado a cualquier hora del día y podréis encontrar cualquier cosa que vuestra mente pueda imaginar.

Fez es una ciudad llena de encanto pero también es muy complicada para orientarse a causa de su inextricable laberinto de callejones estrechos y tortuosos en la que hay que sumergirse de lleno para descubrir la animación de los zocos y talleres de artesanía.

 

Es imposible visitar Fez sin pasear por la Medina de Fez El Bali, por ello, os haré una pequeña relación de los lugares de esta medina que no podéis dejar de ver:

 

1.- MADRAZA BOU INANIA

Ubicación: calle Taala Sghira.

Esta madraza fue fundada en 1351 por el sultán Abou Inan, de ahí el nombre de la madraza. Es un ejemplo de la arquitectura meriní y la última madraza construida por los meriníes. Esta madraza se acabó por convertir en una de las instituciones religiosas más importantes de Fez y de Marruecos, por lo que ganó el estatus de Gran Mezquita. De hecho, es una de las pocas madrazas que tiene un minarete, un precioso alminar decorado con azulejos verdes, que es el color del islam.

La madraza es uno de los pocos lugares religiosos de Marruecos que pueden visitar las personas que no profesan el islam, excepto lo que es la mezquita. El patio central posee una preciosa decoración con azulejos de colores azul y turquesa, estucado y madera, en cuyo centro hay una fuente para las abluciones. En la planta superior se sitúan las habitaciones de los estudiantes.

Frente a la entrada a la madraza hay una un edificio llamado Dar al-Magana, que reconoceréis porque en la fachada hay 12 ventanas con un acabado en arco. En su interior hay una clepsidra, es decir, un reloj hidráulico. Este tipo de relojes ya se utilizaban en la antigüedad por babilonios, egipcios y griegos. En este tipo de relojes el tiempo se mide en función de lo que tarda el agua en pasar de un recipiente a otro. El reloj de agua está en el interior del edificio, como ya os he dicho, por lo que no se puede ver su mecanismo. Se cree que por cada una de esas doce ventanas salía un autómata al paso de cada hora y se liberaba una bola de metal que caía sobre un tímpano metálico, produciendo un sonido que señalaba la hora del día. Conforme el recipiente iba desalojando un determinado volumen que indicaba el paso de una hora, un carrito de madera, y mediante un sistema de poleas, se desplazaba para liberar una de estas esferas metálicas.

Al terminar el día el encargado del reloj recogía todas las bolas metálicas y ajustaba el reloj para el día siguiente. Este reloj dejó de utilizarse hace cinco siglos. Actualmente, se está intentando reconstruir el mecanismo del reloj por la fundación ADER FES, pero el principal problema es que desgraciadamente hasta la fecha nadie ha llegado a comprender el modo de funcionamiento, por lo que no ha sido posible ponerlo en marcha.

 

 

  1. MAUSOLEO DE MULAY IDRISS II.

Mulay Idriss II fue el hijo del fundador de la dinastía idrísida. Reinó en Marruecos a principios del siglo IX (807-828). A comienzos del siglo XIV, quinientos años después, se encontró en el lugar donde se erige el mausoleo un cuerpo incorrupto que se atribuyó a Mulay Idriss II y fue en su honor por lo que se construyó en torno a su tumba la zauoia o mausoleo. Es el santo más venerado por todo el país y el patrón de Fez.

El edificio en el que actualmente están sus restos es un edificio construido en el siglo XVIII por mandato de Moulay Ismail en estilo alauita. Este mausoleo es el más importante de los lugares sagrados de Fez y lugar de peregrinación, al que acuden principalmente los habitantes de Fez y también forasteros. Acuden las mujeres para pedir por su fecundidad, por un buen parto o en súplica porque su hijo nazca bien y también suelen acudir los niños antes de la circuncisión y, en general, los devotos para pedir ayuda para resolver sus problemas y su bendición. Está prohibido el acceso a los no musulmanes. El edificio es fácilmente identificable por su minarete, que es el más alto de la ciudad de Fez y por el tejado piramidal de tejas verdes que cubre la cámara del mausoleo.

La tradición dice que todos los forasteros que visiten la ciudad serán bendecidos cumpliendo un deseo si llegan hasta el mausoleo, hacen una ofrenda y depositan una moneda, como limosna, en un hueco que hay en la fachada sur. Es posible ver la configuración del mausoleo desde algunas azoteas de las casas colindantes.

En las calles que rodean el mausoleo podréis ver en algunas zonas una barra horizontal de madera que no permite pasar si no es agachándose. Estos listones de madera marcan el espacio protegido, el distrito sagrado del mausoleo por el que no podían pasar los no musulmanes, principalmente los cristianos y judíos, ni los animales de carga. Esta restricción de paso estuvo vigente hasta la ocupación francesa.

La entrada principal y monumental está situada al pie del minarete, desde ella, cuando la puerta está abierta, se puede vislumbrar el patio principal, en el que hay una fuente central de mármol blanco y fuentes de pared para las abluciones. La gran cámara del mausoleo, donde se encuentra la tumba de Moulay Idris II está en el extremo sur de este patio. La tumba está cubierta por un baldaquín de madera decorada con una elaborada caligrafía árabe realizada con incrustaciones de oro y cobre.

 

3. MEZQUITA AL KARAOUINE

La Mezquita Al Karaouine está situada en el centro de la medina de la ciudad de Fez. Fue fundada en el año 859 por una mujer, Fátima Al-Fihri y su hermana. Ambas nacieron en Kairouan, Túnez – de ahí el nombre de la Mezquita-. Fátima era hija de un rico mercader y a su muerte heredó una importante fortuna, parte de la cual decidió emplear en construir esta Mezquita en la ciudad que tan bien la había acogido. En realidad, esta institución fue fundada en origen como madraza (universidad islámica). Es la institución universitaria más antigua del mundo todavía en funcionamiento.

No está permitido el acceso a los no musulmanes, pero sí es posible visitar su magnífica biblioteca, una de las más grandes de Marruecos. El sultán Abú Inán dotó a la Universidad Al Karaouine de una biblioteca con un contenido muy rico que en 1613 llegó a superar la cantidad de 320.000 obras y manuscritos. Fue entonces cuando estudiantes y sabios comenzaron a desplazarse hasta Fez, que se convirtió en capital de la ciencia y el conocimiento del Magreb.

 

4. MADRAZA ATTARINE

Dirección: Rue Talaa Kebira,

Se encuentra enfrente de la Mezquita Al Kairouine. Una de las mejores vistas de ésta es precisamente desde el techo de la madraza Attarine. La proximidad se explica por el hecho de ser la Mezquita Al Karaouine un lugar de prestigio académico en enseñanza religiosa coránica, por este motivo, muchas de las madrazas se construyeron a su alrededor. La escuela estuvo en uso hasta principios del siglo XX.

Fue construida en el siglo XIV por orden del sultán Abu Said Ohman, de la dinastía meriní. Esta madraza destaca por la elegancia y armonía de su arquitectura. Es, junto con la de Bou Innania, una de las madrazas más bellas y mejor decoradas de Marruecos.

La madraza o medersa se extiende en torno a un patio central abierto, presidido por una fuente de mármol que se alimenta directamente del agua de un manantial subterráneo.

Las fachadas este y oeste están realizadas de forma idéntica, compuestas por cinco arcos (arcos de mugamas -de panal de abeja- y arcos de lambrequín –que tienen perfiles colgantes como las estalactitas de las cuevas-) y en la fachada sur un acceso conduce a la sala de oración, en las que se encuentra el mihrab, que indica la dirección a la Meca, donde destaca la cúpula en madera de cedro, finamente decorada y tallada. En las paredes hay unos impresionantes murales de azulejos con motivos florales rematados con frisos que contienen unas estilizadas decoraciones caligráficas en negro sobre fondo blanco que recogen frases del Corán. Destacan las tallas en estuco y madera.

 

5. PLAZA SEFFARINE

La plaza es conocida principalmente por el oficio que se desarrolla en ella, pero también en ella hay algunos monumentos de interés como la Biblioteca Karaouine y la Madraza Seffarine.

En la Plaza se conserva uno de los oficios más antiguos de la ciudad, el de los artesanos caldereros que trabajan el cobre rojo que con el repiqueteo incesante de los martillos sobre el metal conforman la banda sonora original de la plaza y de un modo de vivir ya casi olvidado en otras partes del mundo.  En esta plaza está el museo de Belghazi, de artesanía y antigüedades.

 

6. CURTIDURÍA CHOUWARA

Es la más extensa de las cuatro curtidurías tradicionales que aún perviven en la medina de Fez El Bali.

Es, seguramente, la fotografía más famosa de la ciudad de Fez. Las curtidurías están rodeadas de tiendas desde cuyas terrazas podéis observar el trabajo de los artesanos y hacer la famosa foto, aunque también podéis pasear entre las cubas.

El primer paso de todo el proceso es la introducción de las pieles en cubas que contienen cal y excrementos de paloma -de ahí el nauseabundo olor que impera en toda la zona- donde se las deja reposar durante varios días para que suelten el pelo adherido a la piel. Cuando se sacan las pieles de estas cubas, se retiran los restos que queden de pelo y se procede al proceso de coloración introduciendo las pieles en cubas de múltiples colores rellenas de tinte natural o químico.

 

7.- LA PLAZA NAJJARINE

En ella se concentran los artesanos de la madera y se ubica el Museo de la Madera. El Museo de Artes Nejjarine se encuentra en lo que era una antigua Foundouk del siglo XVIII, donde comerciantes, caravaneros y visitantes de la ciudad se alojaban durante su viaje por el país. El edificio es de una gran belleza.

Está incluido en el listado de la UNESCO como monumento histórico patrimonio de la Humanidad desde 1916.

Tiene un magnífico patio de madera tallada de tres alturas y desde la terraza tenéis unas impresionantes vistas de la Mezquita Karaouine y de los tejados de la ciudad.

 

MEDINA DE FEZ EL JEDID O MEDINA NUEVA

Es la ciudad imperial y militar de los benimerines construida en el siglo XIV (a diferencia de Fez El Bali, que es la ciudad morisca del siglo VIII). Esta medina fue una ampliación, realizada fuera de las murallas de la ciudad vieja, hecha por la dinastía merínida o benimerín, la dinastía bereber más importante del norte de África que se hizo con el poder tras la desaparición del imperio almohade, con el objeto de construir sus palacios, mezquitas y fortalezas, así como toda la infraestructura necesaria para su mantenimiento.

Qué ver en Fez El Jedid:

1.- PALACIO REAL DE FEZ DAR EL-MAKHZEN

Es el palacio más grande de Marruecos. El complejo comprende un conjunto de edificios en el que conviven palacios, edificios oficiales de administración civil y militar, plaza de armas, mezquita, madraza, jardines, un zoológico etc. Es una de las residencias oficiales de Mohammed VI, por lo que no es posible acceder a su interior, pero merece la pena acercarse a la plaza de los Alaouites, donde se encuentra la entrada principal al Palacio por ver las siete puertas de acceso, de madera maciza decoradas en bronce, que representan los siete días de la semana y los siete niveles de la monarquía y que fueron una donación realizada por los gremios de artesanos de la ciudad. Realizadas entre 1969 y 1971, las puertas están enmarcadas por una espectacular decoración en azulejos de cerámica, de formas geométricas, en los que prevalece el color azul, que es el color de la ciudad y el verde, que es el color del islam.

 

2. LA MELLAH, EL BARRIO JUDIO DE FEZ

La expulsión de España en 1492 de judíos y moriscos propició el asentamiento de muchas de estas familiar en diferentes regiones del norte de África y muy especialmente en ciudades de Marruecos. Los primeros asentamientos se realizan en la Medina vieja, pero fueron desplazándose a la nueva. A la comunidad judía, tan rechazada, como por otro lado favorecida por ser una fuente de ingresos importante (ya que tenían el monopolio del comercio de metales preciosos y la sal, principalmente) se le permitió consolidar sus propios barrios, distintos arquitectónicamente a los barrios musulmanes. El elemento diferenciador de las casas de la judería respecto a las casas musulmanas es la presencia en las fachadas de ventanas y balcones orientadas a la calle. Las edificaciones musulmanas no tienen ningún tipo de apertura hacia el exterior, ya que todas las ventanas y balcones se abren hacia un patio interior.

Normalmente, las mellah en las ciudades de Marruecos suelen estar cerca del palacio real o de quien ejerce las funciones de gobierno, con el fin de disfrutar de la protección directa de los sultanes. La comunidad judía era importante para la economía local, pues tenían el monopolio del comercio con los metales preciosos algo muy productivo, teniendo en cuenta que antiguamente una de las mejores formas de ahorrar era la compra de oro y plata y también de la sal y, eran frecuentes los disturbios por parte de la población local.

La primera mellah en Marruecos se estableció en la ciudad de Fez en 1438. El nombre que se da a las juderías en Marruecos proviene de la palabra Mellh, que significa “sal” en árabe, una mercancía de enorme valor desde la época del imperio romano y sobre la que el pueblo judío ejercía un monopolio. De hecho, de la sal vienen palabras como el salario o salud (ya que se aplicaba sal en las heridas como antiséptico).

En la actualidad la mayor parte de estas viviendas están ocupadas por población musulmana, por cuanto con la independencia del país en 1956 se produjo un éxodo masivo de familias judías a Israel, Estados Unidos y Canadá. Las pocas familias de este origen que quedan en la actualidad residen en la Ville Nouvelle, la ampliación urbana de la ciudad realizada en la época del dominio colonial francés.

La judería se encuentra en un evidente estado de deterioro, pero una idea de la importancia que en su día tuvo esta comunidad la dan las sinagogas Ibn Danann – desde cuya azotea se tiene una visión panorámica del barrio y del cementerio- y la Sinagoga Habarin, así como la existencia de un cementerio propio que alberga más de veinte mil tumbas blancas y austeras. Las tumbas de los rabinos y mártires se encuentran separadas de las demás en un recinto propio. Probablemente la mártir más conocida es Suleika Hachuel, una hermosa muchacha de diecisiete años de quien se enamoró uno de los hijos del sultán, con quien se casó y que fue ejecutada por negarse a convertirse al islam.

3.- EL ZOCO DE LOS JOYEROS (Calles des Merinides y Bou Kessissat), dentro de la Mellah.

4.- LAS TUMBAS MERiNÍES.

Es una necrópolis construida en el siglo XIV por la dinastía Meriní para alojar los cuerpos de los últimos sultanes del imperio benimerí.  Están situadas en lo alto de la colina El-Kolla, y aunque desgraciadamente están en mal estado de conservación, las ruinas existentes permiten hacerse una idea de cómo debieron ser -quedan algunas muestras de mármoles tallados- además de ofrecer una espléndida vista panorámica de la ciudad de Fez, por lo que se recomienda ir a la puesta de sol.

5.- MEZQUITA DE LOS ANDALUCES

El Barrio Andaluz (Andalusí) de Fez se encuentra situado en la Medina vieja y se empezó a construir en el siglo IX debido a la fuerte emigración de miles de familias de religión musulmana que residían en el sur de España.

En el siglo IX la situación de tensión entre cristianos y musulmanes en España comenzó a alcanzar límites insostenibles hasta que, tras la “Matanza del Arrabal” que se produjo en Córdoba (entonces al-Ándalus) más de 20.000 familias emigraron de la península. Fueron más de 8.000 las familias que se asentaron junto al margen derecho del río Fez, llevando consigo su arte y sus costumbres, para crear el Barrio de los Andaluces.

Uno de los lugares más importantes del Barrio de los Andaluces es la Mezquita de los Andaluces, construida entre los años 859 y 860. Es fácilmente reconocible por su minarete blanco y verde. Se destaca por sus patios pavimentados en ónice y mármol realmente esplendorosos y especialmente animados, y por su puerta del norte, decorada con un espectacular tejadillo tallado en madera.

 

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