Meknez es el nombre francés de la ciudad marroquí de Mequínez. Es una ciudad al norte de Marruecos, situada en un valle al pie de las montañas del Atlas Medio. Es la capital de la región de Mequínez-Tafilalet y una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, junto con Fez, Rabat y Marrakech. En 1996 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Esta ciudad se encuentra a 138 km al este de Rabat y 60 km al oeste de Fez.
Los orígenes de la ciudad se remontan al siglo IV con el asentamiento a orillas del río Bufekrane de una fracción de la tribu bereber de los zenatas, los Meknasa, que terminan dando el nombre a la ciudad, pero no es hasta el siglo VIII cuando la zona es conquistada por los almorávides, cuando la ciudad toma su verdadero carácter con la construcción de una Kasbah (alcazaba o bastión fortificado).
Meknes vive su época de esplendor en el siglo XVII como capital imperial del segundo sultán alauita Mulay Ismail (1672-1727), que la convirtió en capital durante su mandato que duró 55 años, por temor a posibles rebeliones de Fez y Marrakech. Esta ciudad se convirtió, prácticamente de la nada, en una ciudad monumental como Rabat o Marrakech. Su muerte marca su declive en favor de otra ciudad cercana, Fez.
Meknes es también conocida como la “Versalles marroquí”, por la cantidad de monumentos históricos y espacios naturales. Tiene más de 40 km de imponentes murallas defensivas y muchas mezquitas y es por eso que es llamada, también, la “Ciudad de los cien alminares”.
Tras suceder a su hermano en el trono, que no pudo recuperarse de las graves heridas sufridas tras caerse de su caballo, Ismail se encontró un país debilitado por las guerras internas. Nada más llegar al sultanato, Ismail decidió trasladar la capital desde Fez a Meknes, y ordenó rodear la ciudad por sus famosas murallas y construir un gigantesco palacio, levantado por un ejército de más 25.000 esclavos obtenidos en asaltos piratas a barcos europeos. Ismael consiguió reunificar a la mayor parte de las tribus y expulsó a los extranjeros asentados en la costa. Para ello se valió de la Guardia Negra, un ejército temible, compuesto por más de 100.000 esclavos sudaneses. Moulay Ismail gobernó con puño de hierro, por ello es recordado como uno de los sultanes más sanguinarios de la historia, más temido que querido.
El río Boufekrane divide la ciudad en dos, la ciudad antigua o medina y la ciudad nueva o Hamría.
Su arquitectura combina de manera armónica elementos del diseño y planificación urbana musulmana y europea, lo que dota a la ciudad de una personalidad única y la convierte en ejemplo de una ciudad magrebí del siglo XVII.
MEKNES ESENCIAL
1.- LA PUERTA BAB EL-MANSOUR
Situada frente a la plaza El-Hedim. Es la puerta de entrada más grande de Marruecos y de África del Norte y una de las más bellas de Marruecos. Comunica la Plaza El-Hedim con la antigua ciudad imperial de Mulay Ismael. Ante ella se celebraban los principales eventos religiosos y militares de la ciudad.
Se terminó de construir en el año 1732 bajo el mandato del hijo de Mulay Ismael, Mulay Abdallah.
Bab el Mansour fue renovada integralmente en los años noventa, los trabajos de restauración sirvieron para realzar el color verde oscuro que es el característico de la ciudad imperial de Meknes. La fachada que da a la plaza tiene una rica decoración en la que resaltan las filigranas en relieve sobre fondo de cerámica y mosaico con predominio del verde. Hoy en día es una sala de exposiciones.
La vecina Bab Jami en-Nuar, construida a principios del siglo XVIII, es de proporciones más modestas y armoniosas.
2.- LA PLAZA EL-HEDIM
Auténtico corazón de la ciudad y punto de encuentro entre la población local y los visitantes extranjeros. Está rodeada de un mercado de abastos donde se puede comprar lo mejor de la gastronomía local y edificios modernos. Es un lugar especialmente adecuado para sentarse a tomar un refrigerio y algo de comer en alguno de los restaurantes y terrazas que proliferan en la plaza.
3.- EL MAUSOLEO DE MULAY ISMAIL
Situado muy cerca de la medina, en el lado opuesto de la plaza el Hedim. Fue ordenado construir por Ahmed Eddahbi.
Es uno de los tres santuarios marroquíes junto con la tumba de Mohamed V de Rabat y la Medersa Bou Inania en Fez, que pueden ser visitados por los no musulmanes, aunque se encuentra limitada la zona de acceso para los no musulmanes, ya que no se puede entrar en el interior de la sala donde se encuentran los restos del Sultán.
Moulay Ismail fue enterrado aquí junto con una de sus cinco esposas y dos de sus más de ochocientos hijos. Muchos marroquíes visitan el Mausoleo de Moulay Ismail por la creencia de que posee el poder de curar.
Como curiosidad, os mencionaré que Moulay Ismail tuvo, se cree, 888 hijos concebidos por sus más de 550 esposas y más de 4.000 concubinas y pese a ello trató en varias ocasiones de contraer matrimonio con la hija de Luis XIV Ana María de Borbón gracias a las buenas relaciones entre ambos dirigentes.
4.- EL ZOCO
Zona comercial por excelencia, situado en el interior de la medina.
Los ZOCOS están organizados por oficios, alrededor de la Gran Mezquita del siglo XI, a la cual se accede desde la plaza de El Hedim o desde la puerta de Bab Berrima al sur.
– El zoco Sekkarin.- hojalateros y cuchilleros.
– Zoco Bezzazin, cestería y telas.
– Calle Serailia, herreros, carboneros, armeros, sal gemas y serrerías,
– Bab el Yadid.- instrumentos de música.
– Zoco Nejjarine.- carpintería , telas y babuchas.
– Zoco Es Sebbat.- zapateros.
– La Kiseria, antiguo mercado de telas y alfombras, donde puede visitarse la sala de audiencias del mohtasseb (jefe de los mercaderes), revestida de madera labrada y con unas puertas pintadas con motivos florales estilizados.
5.- MUSEO DAR JAMAI
Se ubica en el extremo norte de la plaza El-Hedim, en el emplazamiento del palacio de la familia Jamai, una de las familias más ricas de Meknez. Fue erigido en 1882. Se trata de un conjunto arquitectónico que también fue empleado como hospital y que, desde principios del siglo XX, alberga las obras del Museo de Arte Marroquí, donde se exponen alfombras, esculturas, orfebrería, cerámica, bordados, pinturas etc. no sólo de Meknez, sino de todo Marruecos. Destaca la artesanía en madera labrada, aunque también pueden admirarse trabajos de fabricación de caftanes, cinturones, joyas, obras de latón y vestimentas tradicionales.
Aparte del palacio, los Jardines Dar Jamai sobresalen por su estilo andalusí, con cipreses y decenas de árboles frutales. Junto a éstos y al patio, en la planta baja, se encuentran lo que fueron los dormitorios y la cocina de la casa. Las exposiciones permanentes y temporales se localizan en los pisos superiores.
6.- LA MADRAZA BOU INANIA
Se llega por la rue du suk es-Sebbat .
Escuela coránica construida en el siglo XII por Yousef Ben Tashafin. Es una de las joyas del arte islámico del norte de África. Se puede visitar el gran patio central, el patio de las abluciones, decorado con azulejos, yeserías y maderas talladas, al más puro estilo andalusí y cuenta con una gran fuente en su centro, pero los no musulmanes no pueden acceder a las salas de oración, ni a la galería superior donde se encuentran los cuartos de los estudiantes. Aquí llegaban alumnos de todos los rincones del mundo árabe, de todos los estatus sociales, para estudiar el Corán, así como otras materias, matemáticas, astronomía, medicina, filosofía, etc.
Desde sus tejados se disfruta de una bonita vista de la Gran Mezquita y la Medina.
7.- LA MEZQUITA NEJJARINE
De época almohade (s. X). En sus proximidades está la alcaicería Ed-Dlala, donde todas las tardes, a excepción del martes, puede presenciarse las subastas de alfombras y mantas bereberes.
8.- LA GRAN MEZQUITA
Fundada en el siglo XI por los almorávides. Destaca principalmente por contar con 11 puertas y 143 arcos además de por sus bellos tejados esculpidos.
9.- DAR EL-MAKHZEN o el Palacio del Agua
Fue el palacio oficial de Moulay Ismael. El origen del nombre se explica por el hecho de que el agua que se utilizaba era extraída de unos pozos de unos 40 metros de profundidad gracias a un sistema de norias accionadas por animales.
10.-LOS GRANEROS Y LAS ANTIGUAS CABALLERIZAS REALES
Forman parte del complejo del palacio del sultán.
Los graneros, son unos gigantescos silos subterráneos abovedados, con enormes pilares. El espesor de los muros mantenía el interior a una temperatura constante. Cuando estaban llenos podían alimentar a la población de la ciudad, en caso de asedio, durante tres meses.
Las caballerizas reales, aunque bastante abandonadas, siguen poseyendo la majestuosidad que las caracterizó. La peculiaridad de estas caballerizas es que el trazado de su planta y la disposición de los arcos permitían que apenas un par de hombres pudieran vigilar la totalidad de las instalaciones.
11.-EL ESTANQUE DE AGDAL
Tiene 320 metros de largo, 215 de ancho y dos metros de profundidad. Fue construido por el Sultán Moulay Ismael para dar de beber a los 12.000 caballos que las caballerizas aledañas podían albergar.
12.- LA VIEJA MELLAH
La judería se desarrolló en el siglo XVII sobre un terreno donado por Moulay Ismail a un médico judío en agradecimiento por la curación de una favorita. Actualmente está habitada por musulmanes.
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