MARRUECOS EN LA LITERATURA
Por desgracia, los imperativos de la vida moderna nos sitúan a todos en una permanente lucha contra el reloj. Hacemos lo que podemos para conocer el mundo que nos rodea, batimos marcas olímpicas en recorrer kilómetros, pero pocas veces podemos dedicar el tiempo suficiente al destino concreto al que nos dirigimos y traspasar las barreras de lo que en un contacto fugaz. Pocos pueden emplear media vida en el camino, como se hacía siglos atrás.
Por ello, para aquellos de vosotros que estéis interesados, os dejo algunas referencias literarias para que podáis profundizar un poquito más en el conocimiento de mi país y completar la experiencia que viviréis aquí, que es otra manera de construir caminos que os hagan sentir como menos extraña a esta familia vuestra que está al sur, pasado el Estrecho, a poco más de catorce kilómetros.
“A vuelo de pájaro sobre Marruecos” Concha López Sarasúa,”Después de Tánger” Larbi El-Harti,”El escribano” Tahar Ben Jelloun,”El tiempo de la amistad” Paul Bowles,”Entre Tánger y Larache” Mohamed Akalay,”La llave y latidos del sur” Mohamed Chakor,”Laberinto de Aljarafes: cuentos morunos”. Jesús Greus,”Mi Marruecos” Abdelá Taia,”Nueva antología de relatos marroquíes” Jacinto López Gorgé,”Pinchitos y divorcios” Mohamed Sibari,“El médico de Ifni” de Javier Reverte,“El cielo protector” de Paul Bowles, “El tiempo entre costuras” de María Dueñas,“Hasta aquí hemos llegado”, Enrique Meneses, “Viajes por Marruecos”, Ali Bey, “Harmattan” de María José Rivera.
RETRATOS DE MARRUECOS A TRAVÉS DEL CINE.
La relación de Marruecos con el mundo del cine comenzó casi desde la invención del cine. En 1897, su inventor, Louis Lumiere, rodó en Ouarzazate “Le Chevier Marocain”, una de las primera películas de la historia del cine.
Aún sin saberlo, empezaste a viajar por este país hace mucho, mucho tiempo, a través del cine. ¿Quieres que hagamos la prueba?.
“El hombre que sabía demasiado” de Alfred Hitchcok. El matrimonio protagonista pasaba unos días de vacaciones en Marrakech. La película es del año 1956, pero las imágenes de entonces de la Plaza Jemma El Fnaa no son tan distintas de las de hoy en día.
“El hombre que pudo reinar, de John Houston. Rodada en los paisajes impresionantes de la Cordillera del Atlas y en la Kasbah de Ait Ben Haddou.
Gladiator, Lawrence de Arabia, la Joya del Nilo, Alejandro Magno, El reino de los Cielos, Babel, Kundun, Jesús de Nazareth, La última tentación de Cristo, Sáhara, Otelo de Orson Welles etc…, incluso viste parte de Marruecos en esa famosa serie de televisión casi de culto que es Juego de Tronos.
Pero, además de ser decorado o ambientación de películas extranjeras, en Marruecos hay una importante industria cinematográfica, producida principalmente por el Estado. Marruecos está inmerso en una transformación social, que es evidente en las grandes ciudades, no en los entornos rurales y el cine es un motor del cambio y el mejor escaparate, a nivel internacional, para dar a conocer la realidad social del país y los cambios que se están produciendo. Existe una libertad creativa que no existe en otros países árabes.
MARRUECOS A TRAVÉS DE LA FOTOGRAFÍA
Muchos han sido los fotógrafos internacionalmente reconocidos que han realizado trabajos en relación a Marruecos, José Ortiz Echagüe, Benedicte Guillon, Nicolás Muller, Bartolomé Ros, Atin Aya, Miguel Trillo, Juan Manuel Castro Prieto, Omar Mahfoudi, Yasmine Taferssiti, Bruno Barbey etc.
Queremos recomendaros muy especialmente a una fotógrafa franco-marroquí llamada Leila Alaoui, desgraciadamente fallecida el año 2017 en Burkina Faso. Alaoui, entre los años 2010 y 2014, recorrió varias regiones de Marruecos para retratar la riqueza de la cultura tradicional y étnica que aún en el día de hoy existe en Marruecos. El resultado de todo ello es la serie “Los marroquíes”.
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